martes, 19 de octubre de 2010

Siempre entre nosotros, por José Miguel Ezquerro

…los altos cielos que de vuestra divinidad divinamente con las estrellas os fortifican, y os hacen merecedora del merecimiento que merece la vuestra grandeza.
MIGUEL DE CERVANTES, "Don Quijote de la Mancha"


No me acabo de creer que esté escribiendo unas palabras sobre alguien con quien hasta hace dos días compartía despacho y con el que además de compartir espacio he compartido investigación y en los últimos años conversaciones sobre aspectos diversos, no sólo académicos.
“Llego a la escuela por la mañana, a eso de las 9:30, has tenido una noche larga, lo noto a pesar de tu esmero por no dejar rastro alguno en el cenicero de cristal. Nunca te lo dije, pero siempre agradecí tal deferencia.
A media mañana o quizás a ultima hora de la mañana parece que te veo llegar, entras por la puerta con el casco en la mano y soplando por el frío que has pasado en la moto de camino a la Escuela. Dejas el casco y la chaqueta en la entrada, entras en el despacho.
-       ¡Ahí tu! ¿No tienes demasiado calor aquí?
-       ¡Tengo frío! Es posible que esté un poco alta, la quito. Por cierto, mañana acaba el plazo de…. Y hay que mandar la propuesta de…
-       ¡Llevas razón! Bueno, ahora me voy a preparar la clase y luego me pongo. Ya ha estado Gema (personal de limpieza) por aquí ¡bufff que lío! Ya ha apilado todo.
-       Je, je... Vas a tardar en volver a hacer tus montones.…
Hay días que me siento en mi mesa de trabajo y al fijarme en la silla que ocupabas parece que no te has ido, que sigues ahí, me estás mirando con algo en la mente, pero todavía no está maduro para comentarlo.
Jesús, eres una persona difícil de encontrar, ahora bien, cuando estás eres difícil de sustituir. Hemos tenido desencuentros, pero no has guardado rencor ni resentimiento, en estos últimos años me has demostrado ser una persona noble, fiel a tus hábitos, persona con la que se podía discutir desde el dialogo.
Deberías saber que tu paso por esta vida no ha sido indiferente, personalmente siempre te recordaré y te encontraré aquí cada día que venga a trabajar, profesionalmente, eras correcto y muy prolífico, sólo hace falta levantar la cabeza del escritorio mirar hacia tu mesa y ver todo el legado que has aportado a esta civilización, carpetas llenas de horas de trabajo, CIECAM02, Color y restauración, Entropía y radiación…
He comido y nos disponemos a tomar un café.
-       Jesús, vamos a tomar un café ¿Te animas?
-       No, voy a acabar esto y luego tengo que ir a recoger a la niña.
-       No acabo de entender ese lío que te traes con la moto y el coche. Por la mañana llevas a Awita con el coche a la guardería, luego vuelves a casa y coges la moto para venir aquí, ahora vas en moto a tu casa, coges el coche, vas a por Awita, la dejas en casa, dejas el coche y coges la moto para volver aquí, ¿Por qué no vienes ya por la mañana en coche y así, ahora irías directo a por la niña?
-       Yo no me apaño con el coche por Madrid, donde esté la vespa que se quite el coche.
-       Bueno. Luego te veo.
-       Si, luego vuelvo.
Se esta acabando el día en la Escuela, esta avanzada la tarde, por lo menos para mi, son las seis o las siete, recojo mis cosas.
-       Bueno Jesús me marcho, nos vemos mañana.
-       Venga Josemi, hasta mañana.

Hasta siempre Jesús. ”

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